Alemania: ¿Cuál derecho a la nacionalidad?

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Mercredi, 7 Mai, 2014
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En Alemania, con la ley del 22 de julio de 1913, era el derecho de sangre el que prevalecía. Es a partir del año 2000, bajo la influencia de los Verdes alemanes, dirigidos por Cem Ozdemir, que el derecho de suelo hace su aparición. Las naturalizaciones de los residentes extranjeros fueron otorgadas sólo si estos renunciaban a sus nacionalidades de origen.

La ley de 1913 fundamentaba la nacionalidad alemana en varios criterios, por ejemplo: la pertenencia a un “pueblo” alemán, la identidad lingüística y la adhesión a los valores alemanes. Según estos principios, toda persona que tuviera al menos un padre alemán podía acceder a la nacionalidad de nacimiento, independientemente de su lugar de nacimiento.

Más adelante, esta ley fue endurecida bajo el régimen nazi. De hecho, los criterios de “sangre” y de “fidelidad” fueron añadidos. Dicho de otra forma, la ley de 1913 preveía la adquisición de la nacionalidad alemana de nacimiento para los niños nacidos de padres alemanes sin importar la forma como estos últimos hubieran obtenido su propia nacionalidad. En cambio, a partir de 1933 la adquisición de la nacionalidad alemana de los padres por naturalización podía representar un criterio de exclusión para la obtención de la nacionalidad alemana de sus propios hijos. Esta concepción de base se mantuvo inamovible durante varios decenios. Entre los años 70 y final de los años 80, la concepción de jus sanguinis (derecho de sangre) comienza a ampliarse. De hecho, el número creciente de personas de origen extranjero y de inmigrantes de “origen alemán” que llegaban de Europa del este obligaba los políticos a tomar nuevas medidas.

En primer lugar, hay que precisar que los extranjeros residentes en Alemania dependen de la ley de los Extranjeros (Ausländergesetz). Para comenzar, el 15 de diciembre de 1977, una directriz restrictiva de la naturalización (Einbürgerungsrichtlinien) es adoptada. Esta prevé que la adquisición de la nacionalidad alemana por una persona de origen extranjero debe ser la excepción. Los artículos 2-2 et 2-3 consideran la concesión de la nacionalidad alemana únicamente si esta representa un “interés público” emanado del estado o de la sociedad.

Después, una nueva modificación de la ley sobre los extranjeros entra en vigor el 1 de enero de 1991. Esta va a permitir la aparición de una nueva categoría: las nacionalizaciones de pleno derecho que facilitaban la integración de los extranjeros que vivían y trabajaban en Alemania después de varios años.

“Aunque la adquisición de la nacionalidad alemana por parte de los extranjeros haya sido facilitada por la ley del 1 de enero de 2000, renunciar a la doble nacionalización es aún un gran problema.”

El 1 de enero de 2000, un nuevo código de nacionalidad se pone en funcionamiento. Este concede, además del derecho de sangre, el derecho de suelo. La nacionalidad es entonces automáticamente concedida a los hijos, si uno de sus padres tiene su residencia fija y legal después de al menos 8 años en Alemania y cuenta además con un permiso de residencia a tiempo indefinido. Además, los jóvenes entre los 18 y los 23 años estarán en la obligación de elegir definitivamente entre las dos nacionalidades. El mantenimiento de la nacionalidad de origen así como el no informar las autoridades competentes la decisión de conservar la nacionalidad alemana conllevarán al abandono de esta última. Este nuevo código prevé igualmente la naturalización de los extranjeros que no nacieron en Alemania pero que han vivido legalmente por un largo período. Para esto, las condiciones necesarias son las siguientes: tener un permiso de residencia o al menos una autorización, haber sido residente legal al menos 8 años, no haber recibido un subsidio de desempleo ni ayudas sociales para sustento propio o de la familia, tener un buen dominio de la lengua alemana, adherirse a la norma constitucional (Freiheitlichdemokratische Grundordnung) no ejerciendo actividades que vayan en contra de lo que establece la constitución, no haber sido condenado por un delito o crimen y renunciar a la nacionalidad de origen.

 

Un problema mayor y persistente: la renuncia a la nacionalidad de origen

El principal obstáculo para los extranjeros que desean obtener la nacionalidad alemana es el hecho de renunciar a su nacionalidad de origen. De hecho, en algunos países, el renunciar a la nacionalidad puede ocasionar perjuicios al interesado, particularmente cuando se trata de una herencia.

El ejemplo de Turquía, cuya población en Alemania es de alrededor 1,6 millones de personas de las cuales un cuarto de ellas tiene la nacionalidad alemana, está vinculado a la llegada en 1955 de inmigrantes turcos quienes ayudaron a la reconstrucción de Alemania después de la segunda guerra mundial. Estas personas eran llamadas los “trabajadores invitados” (Gastarbeiter). El estado haciendo uso de esta denominación daba a entender a los extranjeros que ellos eran recibidos por un tiempo limitado. Según algunos autores, el fin de la contratación por el gobierno de Willy Brant en 1973 habría incitado a los inmigrantes a permanecer en territorio alemán por miedo a no poder regresar al país una vez lo abandonarán. Hoy, la presencia de esta población es estable y definitiva, es por esto que la cuestión de la integración y de la nacionalidad es un tema central.

Aunque la adquisición de la nacionalidad alemana por parte de los extranjeros haya sido facilitada por la ley del 1 de enero de 2000, renunciar a la doble nacionalización es aún un gran problema, este es el caso de Turquía, país con un fuerte nacionalismo, en donde la renuncia a la nacionalidad turca puede acarrear múltiples perjuicios.

Sin embargo, hay una excepción a este principio. Cuando la renuncia a la nacionalidad de origen es imposible o muy difícil, la doble nacionalidad es otorgada.

De hecho, el partido de la derecha parlamentaria al poder CDU/CSU no considera cambiar la ley del 1 de enero de 2000, lo que suscita las críticas de los partidos de oposición (SPD partido social-demócrata y Grünen los verdes). Unos, como Volker Kauder político del partido CDU, consideran que esta reforma provocará numerosos problemas, entre ellos la extradición de delincuentes. Los otros ven, gracias a la prohibición de la doble nacionalidad, una manera de devolver los turcos que no quieren renunciar a su nacionalidad de origen y así limitar el número de extranjeros que eventualmente puedan obtener la nacionalidad alemana.

 

Justine Franco-Février

Leer en internet: www.poteapote.com :

El testimonio de Ercan Yasaroglu, trabajador social en Berlín, de origen turco (realizado por Michel Alexis del Instituto de los derechos del hombre René Cassin)

Traducido por: Diego Fernando Grajales Jaramillo

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